Genio, temperamento y dulzura en la guitarra de Niño Migué
![]() |
Manolo Vélez, primero de la izquierda de pie, con miembros de la Peña El Gatillo de Valverde |
Algo más de media entrada es mucho para una presentación de alguien, como Manolo, que no utilizó el marqueting del momento ni la promoción a la que hoy nos tienen acostumbradas las discográficas. Sin video-clips, ni redes sociales ni email masivos, solo el boca a boca, de tertulia en tertulia, de café con puchero minero a alguna llamada a los pocos programas de flamenco de las pocas emisoras en antena. Hoy, sin embargo, si quieres llenar un teatro, te sobran pretextos en el papel cuché y en los mil medios de difusión y, parece ser, que basta con invitar a algunos famosillos por cuatro perras gordas y sólo de paparazzis se empeta el teatro.
Manolo, más de Valverde que unos botos de cuello y más de Huelva que una gamba blanca o un cabezo, sólo tenía una olivetti, una simpatía de las que ya no se llevan y un montón de amigos que sabemos la diferencia entre un cante de Huelva y un cante por Huelva, esos que, aún no nacidos ni criados en esa tierra, hemos tenido la oportunidad de escuchar a capela “mi Bartolito Román,…mi Mariquilla la Bella” del maestro Paco Toronjo o entre manguaras a Don Antonio, el párroco de Valverde que por oficio no pudo ser escuchado más que por los amigos, ¡que voz!, ¡que giros del Andévalo!
Y allí, en los agradables minutos de espera, y por la información que ofrecía el programa, tuve la oportunidad de preguntarle a Manolo “oye, ese Niño Miguel ¿quién es?”, ni se pensó la respuesta “cuando escuches cómo toca, ya me dirás”.
La potente voz y la perfecta interpretación de Manolo tuvieron otro imán que atrajo el escalofrío del teatro: los acordes de Niño Miguel invadieron butacas, procenios y los menos entendidos, entendieron lo que es embriagar con seis cuerdas que sonaban a sinfónica. Una de dos, o Niño Miguel tenía cuatro manos o había complicidad con los técnicos de sonido, multiplicando cada nota, elevándola a valores tan sólo “conocidos” por el recién aparecido Paco de Lucía que apostó por él para su primera grabación. Porque tus trémolos eran más dinámicos, su bordón realmente se quejaba, que para eso está; el diapasón se quedaba pequeño ante la técnica natural que su arte le permitía; y su virtuosismo se presentaba casi insultante.
Niño Migué se inspira en una tierra compuesta por el mar y sus barcos, el campo con sus labores, la caza y el caballo y la universidad de la calle con sus personajes y sus anécdotas, y hasta el amor y el desamor proyectado sobre el entrañable escenario familiar de su patria chica en dimensiones pero grande en lo fluyente. Cuando Niño Migué entra al toque, derrama hondos saberes viriles y alegres, y a la vez recios y tiernos. Esa difícil metamorfosis de ir de un estado de ánimo a otro, posiblemente sea el secreto de su imán que aquí, por inexplicable, llamamos duende.
![]() |
![]() |
Migué tocándole al maestro Paco Toronjo | De tal palo... con su sobrino Tomatito |
Niño Miguel cuando abraza el siempre inconcluso mundo de la guitarra, se muestra como ningún otro tocaó un auténtico “hijo de la tierra”, desenterrando formas y armonías para muchos desconocidas y para los menos una especie de “sonido familiar”, algo así como cuando sin poder identificar la fuente, nos planteamos interiormente “esto me suena”, lo he escuchado antes”. No es así, nunca lo escuchamos, es algo interior, son los genes que nos transmiten las melodías que desde el Califato descubriera Ziryab, vienen runruneando en nuestros adentros.
La guitarra de Niño Migué es toque de raza, de un pueblo eternamente alumno de sí mismo, valiente a la hora de marcar la caricia para conseguir una sublime dulzura, como osado cuando encara genio y temperamento para acompasar unas bulerías. Y de tanta raza y tan del pueblo que estremece a quien ponga un poco de atención, sin necesidad de escuela de oído, la cuestión no es oírle sino escucharle, con los oídos, con los ojos, con el alma y con todo lo que permita que sus notas y rasgueos vuelen con la libertad de su propio ser. Porque Niño Migué con la guitarra es como Sara Baras con sus faldas o Antonio Gades con sus brazos al cielo, echan a volar lo que llaman estética coreográfica, sin acertar que son las alas de su propia libertad, alas libertarias que no dejan opción a la duda, estremecen, sobrecogen, los cinco sentidos se activan.
Para poder ofrecer un pequeño ejemplo de su capacidad interpretativa y técnica natural sin academicismos, he recurrido a nuestra colaboradora Cristina Delay que, de su buen trabajo recopilatorio del maestro onubense, ha seleccionado estas tres piezas de tres momentos diferentes en estilo y sentimiento, pero descriptivas de su riqueza de repertorio:
Su personal versión de ALMORAIMA, obra que en 1976 marcó el nuevo ritmo cercano al swing de Paco de Lucía:
Niño Miguel, en la mágnifica interpretación de la farruca LOS PESCADORES:
El NUDO DE MARINERO, a la entrada del muelle de levante del puerto de Huelva, constituye una metáfora del sentimiento artístico del Niño Migué: Un Arte puro, inconmensurable, que se retuerce sobre sí mismo y alrededor de esa figura paterna que, tal vez, esté siempre presente en su mente; ese gran guitarrista llamado El Tomate que le acompañaba en su infancia por las calles de Huelva en la aventura diaria de la vida, transmitiéndole su saber y su protección. Protección que El Niño Migué encuentra ahora abrazado perennemente a su guitarra y, como al principio, recorriendo las calles de Huelva...
< Anterior | Siguiente > |
---|
26 de Abril del 2018

Sopa de tomate tradicional
Sopas

Garbanzos con langostinos
Hortalizas, legumbres y arroces

Besugo al horno
Pescados

Croquetas de la abuela niña
Varios

Potaje de acelgas
Hortalizas, legumbres y arroces

Papas rellenas de Bujalance
Varios

Sopaipas cordobesas
Postres y dulces

Torrijas sevillanas
Postres y dulces
Caldereta de carrillá
Carnes
-
El traje de flamenca: de bata de faena a estética internacional de la mujer andaluza
-
PORTALES PARA LA BÚSQUEDA DE EMPLEO
-
Écija, la ciudad que quiso alcanzar el Sol y casi lo consiguió
-
El Habla
-
ANDALUCÍA AL DÍA: Las noticias en todos los medios andaluces y ediciones dedicadas a Andalucía
-
Los somatenes o la represión camuflada
-
Rincón del juego popular "¡pies quietos!"
-
Reconocimiento del actor y director Carlos Moreno como "Cudadano Destacado de la ciudad de la Plata"
-
Plaza del Duque de Sevilla o como destruir joyas urbanas por un puñado de ropa
-
“La Cueva de los Muñecos” : Santuario Ibérico del Collado de los Jardines
-
Rincón del juego popular "Torito en alto"
-
Las frases de mi abuela Pepa
-
Las cabañuelas en Andalucía
-
José Luís Ortíz de Lanzagorta, un hombre de Andalucía
-
Verano de 1936: de Ríotinto a La Pañoleta, una pesadilla hecha realidad
-
Andalusíes en Tombuctú
-
El Rocío: más de 2000 años de magia marismeña
-
La falta de respeto y la poca gracia del “guayomin”
-
La persecución y represión del pueblo gitano
-
Historia de nuestro Escudo
-
Origen e historia de la industria del jamón de Jabugo
-
Historia de nuestro Himno